Aquella llamada le hizo girar sobre sus propios pasos. A escasos metros una sombra se protegía el rostro, por su voz era una mujer de edad avanzada.
Marius pensó que necesitaba ayuda de alguna clase, y presto, se ofreció a ayudarla.
Pero la anciana siguió hablando…
-Joven, gustosa le ofrecería gran cantidad de dinero si accediese a tener una noche de amor conmigo. Solo una, y este saquito lleno de monedas de oro será vuestro para siempre.
Por la forma de hablar, supo que la anciana decía la verdad.
La miro un instante, su piel estaba arrugada, envejecida y deshidratada, sus manos eran huesudas y oscuras, sus labios rugosos, sus ojos medio cerrados. Sabía que en una noche, en unas horas podía ser libre, comprar un pasaje y dejar su vida en aquella odiosa mina para siempre, así que no lo pensó, y se la llevo a su casa.
Ella actuó de forma mecánica, sin entusiasmo, se dejaba hacer, mientras la noche les iba encerrando en un vaivén de movimientos continuos y monótonos.
En algún momento de la madrugada, la luna llego a iluminar aquella estancia, y pudo ver que sus sentidos le estaban engañando,
porque a través de la claridad que llegaba, un suave y sedoso cuerpo se le iba entregando. Y así pudo tocar las carnes prietas y suaves, y sentir una pasión que empezaba entre ambos, desorbitada y encendida como un volcán. Las luces del alba se encendían, pero ellos aún continuaban desgastándose a besos y a placeres que jamás recordaba.
Se sentía cansado, ella había salido sigilosa, se estiro cuanto pudo, regocijándose en las monedas que cubrían su cama, ahora era rico, inmensamente rico, intento levantarse, pero estaba tan cansado..que necesito de un esfuerzo extremo, y cuando finalmente logró ponerse de pie, vio que la imagen que reflejaba el espejo era la de un viejo, y arrugado anciano.
Se sentía cansado, ella había salido sigilosa, se estiro cuanto pudo, regocijándose en las monedas que cubrían su cama, ahora era rico, inmensamente rico, intento levantarse, pero estaba tan cansado..que necesito de un esfuerzo extremo, y cuando finalmente logró ponerse de pie, vio que la imagen que reflejaba el espejo era la de un viejo, y arrugado anciano.
Se logro asomar a la ventana, y vio como aquella linda muchacha que correteaba calle abajo era la misma que había salido de su cama hacia escasos minutos.
estoooo weno ni kobro ni pago porsi eehh?
ResponderEliminarjajajajaaj
es muy xuloooo
B x T
Ainsss, que pedazo de relato Lyria¡¡ Me ha gustado muchísimo. :)
ResponderEliminarMenuda era la ancianita ésta, jejeje. Ahora solo tiene que ahorra otro saquito de monedas hasta que vuelva a ser vieja, para liar a otro jovenzuelo fortachon, jejeje
Por cierto, tengo un blog donde publico relatos de otros blogs y si no te importa, me gustaría incluir éste en él.
ResponderEliminarEsta es la dirección:
http://tejiendoelmundo.wordpress.com/category/relatos-de-terror/
ya me dirás algo, sin ninguna obligación, por supuesto. :)
Besos
Sinuhé, puedes incluirlo si gustas.
ResponderEliminarUn beso-lyria
http://tejiendoelmundo.wordpress.com/2009/08/26/tejiendo-relatos-eupherne-la-eterna-por-lyria/
ResponderEliminarYa lo he publicado. Muchas gracias por el préstamo Lyria¡¡ :)
Smuacksss
hola
ResponderEliminarvine desde Sinuhe
haciendo reseña a tu cuaderno
aqui me quedo
tenemos gustos y escritura muy parecida,
aunque tu estilo roza la maestría
asi que me apunto a tu RSS
me verás más veces
un abrazo