domingo, 26 de diciembre de 2010

Felices Fiestas !!


Que este nuevo año 2011
sea uno de los mejores
de nuestra vida.
Donde nada ni nadie decida por nosotros
Donde no olvidemos
situar el camino delante de nuestros pies
y cuando nos miremos
encontremos las pupilas
con las que miran los decididos
y también los sabios,
los guerreros
y aquellos que saben
amarse así mismos
y saben cuidar
de su cuerpo y de su alma.
Que decidamos o no seguir nuestros sueños
es cosa de saber
si acaso queremos conseguirlos de verdad,
o quizás
posiblemente
puede ser que estén en el letargo
que la oruga va tejiendo
antes de ser mariposa.
Cuando lleguemos a la frontera de lo posible,
solo tenemos que mirar hacia delante
y encontrar todo lo que va a venir,
esa es la autentica realidad.
Y si tenemos la fortuna
de saber diferenciar los sonidos de nuestra alma,
nos daremos cuenta entonces
de las respuestas a todas nuestras preguntas,
y encontraremos la solución que tanto hemos buscado.
“Todo”, es excesivo
y “demasiado”, es opulento.
El sabio decía que mejor ir ligero de equipaje. Solo eso.

Os deseo una entrañable navidad, y un feliz 2011 donde los sueños se nos cumplan

lyria

viernes, 3 de diciembre de 2010

Cualquier tiempo pasado...fue pasado


Todavía hay personas que hoy en día salen a la calle, trabajen o no, y reivindican derechos laborales, de los cuales sale favorecido cualquier trabajador que firma una nómina, sea del partido que sea.
Gracias a esas personas que lucharon incluso a costa de su propia vida, en algunos casos, (me parece el gesto más noble y valiente que se puede hacer) es posible que en la mayor parte de Europa y Norteamérica prevalezcan unos derechos laborales de progreso y de libertad.

Quizás como muchos van anunciando, la solución del paro en España se haga realidad el día que alguien de gran sensatez, proponga y logre una reducción de horas laborales para incrementar nuevos trabajadores. Solución momentánea para restablecer el equilibrio, y solución justa para no ser uno de los países europeos con el índice más alto de desempleo, solución razonable y altruista, solución que favorecería el flujo de capital puesto que se consumiría más, con la consiguiente creación de empresas, medida que se hizo en su día en algunos países europeos con un triunfo total.

Quizás no sea tan incoherente disfrutar unos años de más horas libres al día, y que en una familia puedan trabajar menos horas pero que trabajen todos.

Los municipios y sus diferentes partidos políticos en la alcaldía, deberían de crear infraestructuras que aceleraran la creación del puesto de trabajo de sus habitantes, y no solo preocuparse por la creación de suntuosas edificaciones que están pagadas por el pueblo pero, que no beneficia al pueblo, y esos sueldos vergonzosos de los que disfrutan, porque todo ese alarde de derroche y presuntuosidad no sirve para solucionar uno de los problemas más graves de la ciudad.



No se a vosotros que os parecerá..pero creo que la solución no va a venir de quienes lo único que hacen es criticar y desviar la verdad..y mentir para asegurarse los votos y el cuerno de la abundancia.
lyria

miércoles, 2 de junio de 2010

Enseñaba a ser libre


La noche iba hilvanando de oscuridad los rincones del mundo. Un sonido nítido le revelaba que tenía a alguien a su lado.

Percibió una voz, cercana. Pego un salto ante su saludo, miró hacia el respaldo de aquel banco donde se había sentado.
Lo reconoció al instante.
Llevaba sandalias, con unos vaqueros desgastados y una camisa medio abierta, y con el pelo por los hombros sonreía. La miraba divertido mientras bebía de una petaca. Y se le alargaban los labios y se le ampliaban los rasgos.

Lara se levanto del asiento. El libro se le cayó de las manos. Hacia rato que ya no leía.

-Toma, dijo él, recogiéndolo del suelo - No sin antes echar un vistazo al título
-Veo que no se pierde el buen gusto por la lectura.
No dijo nada más, parecía que bromeaba.

- Brindaré por ti, mi querida alumna!! - al decir ésto lo escucho reír. Era una risa burlona, con cierto matiz irónico al señalar el recipiente que llevaba en la mano.
Lo conocía, claro que lo conocía. Era su antiguo profesor de literatura.

Saúl permaneció en silencio, pero su pensamiento era veloz, como aves nocturnas de vuelo rápido en la oscuridad.

Ella sabía que su expulsión de la facultad, había sido una total y absoluta injusticia. Después de diez años así lo recordaba todavía. Y no pudo firmar, aún sabiendo que con ello se ganaba más antipatía de la que ya generaba.

Sabía que iban a por él, desde el primer momento que escuchó tanto descrédito, y tanto desprestigio. Era un derrocamiento masivo ante la sensatez y la reflexión.
Se arrinconaban los ideales en un mundo plagado de necios que querían erigirse en la cima del dominio de un sistema decadente de espíritu y pensamiento.

Recordó el día que no volvió a clase, y lo recordó como un día triste y plomizo. Aquel estupido que vino a sustituirle, no permitía comentarios, y tenía el vicio de cambiar las palabras malintencionadamente en embrollos que solo conseguían confundir.
Aquellas clases eran monótonas, y se hacían aburridas, por el poquísimo interés que mostraba por motivar a los alumnos, y lo más vil, aquellos exámenes puestos con la peor intención.

Saúl, era un profesor en el amplio sentido de la palabra. Utilizaba la psicología y la dialéctica. Sabía expresar las palabras en su justo sentido, con matices inteligentes y divertidos.

Recordó como le gustaba provocar a debate, y la manera de inducir a la lectura también incitaba a perder el miedo, a expresar libremente los sentimientos, y a crear palabras llenas de frescura y atrevimiento. Enseñaba a ser libre.

-Me alegro de volver a verte Saúl, y que lograses incorporarte de nuevo.
-El agrado es mutuo, mi estimada Lara, gracias por dejar clara tu opinión en el mejor examen de la vida.

lyria

miércoles, 26 de mayo de 2010

El café

Continuación 4 :
(Los 3 capitulos anteriores están en Etiquetas-novela)

Irene salto de la cama, y se metió rápida en la ducha. No tenia tiempo ni de desayunar. Llegaba tarde, como costumbre o vicio que ni ella podía comprender, había decidido que los relojes no le servían para nada, y nunca llevaba ninguno. Pasaba siempre sueño, pues ni siquiera Morpheo le dormía en sus brazos al menos seis o siete horas.


Su trabajo como restauradora de arte apenas le llegaba para el alquiler, a partir de las siete de la tarde y hasta altas horas de la madrugada, se dedicaba a servir cafés, a fregar tazas y a entonar alguna que otra melodía en el viejo pub.

Había venido al valle de Orla a trabajar, posiblemente le quedaba poco más de un año, su contrato aún así era indefinido, tampoco tenía prisa por regresar a su antigua vida, quedaban familia, amigos… casados en su mayoría o trabajando fuera de su ciudad.

Estudio historia porque le apasionaba el pasado, y porque comprendía que sin un pasado nunca se edifica un presente…esto le cautivaba. Tenia una visión muy clara de la realidad lo que a veces le mantenía en un plano diferente, al sentir que todas las vidas también eran resultados de su propio pasado, y que no valían experiencias de otros para seguir un camino intransferible y único.

Parecía que el tiempo se detenía en aquel valle, casi cinco años, justos los que hacia cuando su amiga Helena Martí la convenció para integrarse en su grupo de restauradores de arte.


Normalmente el recorrido hacia el trabajo lo hacia andando, siempre se encontraba con algún compañero, pero más de un día tenía que coger la bicicleta, deporte que solía practicar muy a menudo.

Le encantaba el valle, lo echaría de menos, su sencilla gente, sus casas de piedra, su estructura románica.
Uno de los rasgos más característicos de su naturaleza eran los bosques. Prácticamente todo el territorio tenia vocación forestal, no era extraño encontrarse a las gentes caminando en busca de frutos, de setas y otras especies que formaban un extenso mosaicos de paisajes, formaciones arbustivas, y cultivos agrícolas, así como encinares, hayas, coníferas y pinos.
Continuará...
La tribu

lunes, 17 de mayo de 2010

Tus letras sobre las mías,


Dulces sueños tenga la dama en la noche oscura, entre nubes se perderán las estrellas y clareará el día.

Cuando sus sueños terminen posará la palabra desnuda en su mente despierta y el retozar de las letras embriagará su jornada.

Sus letras sobre las mías, su presencia en mi entorno cómo remolino que acecha indeleble y desconocido al día.

El juego continúa entre amagos y flagelas al corazón desarmado que yace desolado ante el tablero de la vida ingrata.

Perdí la partida. Ya ni en sueños mi alma ha de rondar la Reina cercada de peones derrotados y mi figura lejana.

Retirarme pues, sólo me queda, al rincón del amargo negro, al cobijo de mi desdicha y la reclusión del penado en su mazmorra.

Heme pues desdicho de amor y contradicho en mi hombría, que de un sueño pasé a ser pesadilla.

Frenesí rebelde que aduces al manto trémulo cuándo tan solo su olor indagas, tan sólo su humilde mirada.

Quebranto mi ley; rasgo mi vestidura para plañir desnudo, para dejar ver mi alma sin desvelo, mi alma refrendada...

sábado, 15 de mayo de 2010

Vetusta Morla

Vetusta Morla (Madrid) Es una banda donde las palabras importan, “las palabras que no existen nos pueden salvar”, dice una de sus letras
Graban su primera maqueta en el año 2000 bajo el Titulo "13 horas con Lucy"
Ganan numerosos premios lo que les facilita la grabación de su primer LP, "Un día en el mundo", que fue grabado en los estudios Sonobox de Madrid y se publicó en febrero del 2008.
"Un día en el mundo" Es un disco con una fuerte carga emocional, que rescatan de todos sus directos. Sugiere, una historia épica e inabarcable que se intuye en las experiencias cotidianas, sin acabar de desvelarse cuya clave sólo tiene cada persona que las escucha
Su sonido es puro, natural sin premeditación, ni muchos trucos de producción.
es una banda que se ha forjado sobre el escenario. El núcleo de la formación de Vetusta Morla y de su música en vivo es la complicidad, la pasión y la inmediatez.


Letra "Copenhague"

El corría nunca le enseñaron a andar se fue,
tras luces pálidas
Ella huía de espejismos y horas de mar
Aeropuertos unos vienen otros se van igual que
Alicias sin ciudad
El valor para marcharse el miedo a llegar
Llueve en el canal la corriente enseña el camino hacia el mar
Todos duermen ya
Dejarse llevar suena demasiado bien
Jugar al azar
Nunca saber donde puedes terminar o empezar
Un instante mientras los turistas se van
Un tren de madrugada consiguió trazar la frontera entre siempre o jamás
Llueve en el canal la corriente enseña el camino hacia el mar
Todos duermen ya
Dejarse llevar suena demasiado bien
Jugar al azar
Nunca saber donde puedes terminar o empezar o empezar
Ella duerme tras el vendaval se quito la ropa sueña con despertar en otro tiempo y en otra ciudad
Dejarse llevar
Suena demasiado bien
Jugar al azar nunca saber donde puedes terminar o empezar terminar o empezar terminar o empezar.

Lyria

martes, 11 de mayo de 2010

martes, 20 de abril de 2010

Señales de Tiempo

De repente toda la ciudad se quedo a oscuras y un potente haz de luz la atravesó por completo.
Julia se perdía en la oscuridad, no lograba divisar a tres metros de distancia, pensó que lo mejor seria quedarse refugiada en algún portal y esperar que todo volviera a la normalidad.
Una voz la sorprendió a su espalda - pase usted, va a empezar a llover y en estas fechas las tormentas son grandes y fatídicas, aquí tendrá un buen refugio.
Dudosa titubeó antes de dar el primer paso y adentrarse dentro del misterio de una casa que no conocía.
-Me quedaré en la puerta si no le importa -le dijo al ver que grandes gotas de lluvia amenazaban con empaparla entera.

Pegada en el postigo, las ventanas le devolvían el ruido insistente de unas gotas colmadas de fuerza y de ventisca incontrolada. Intentó relajarse, es lo normal se dijo, y este señor demuestra tener algo de altruismo en estas circunstancias.

Las velas que alumbraban la estancia eran trémulas, alargando las infinitas sombras que habitaban la casa.

El dueño de la casa se le acercó con un candelabro antiguo, tengo la mesa dispuesta, no es casualidad que esta noche hayas llegado hasta aquí.
Aquellas palabras la asustaron y entonces sintió el miedo pegado entre la ropa y la piel, y como un estremecimiento la dejaba helada, pero se dejo guiar hasta la sala iluminada por decenas de velas de tamaños y colores variados.

Un mantel de color verde conjugaba perfectamente con las hileras de libros en colores diversos, miró a su alrededor, las obras escritas lo ocupaban todo, centenares de ellas formando enormes estalagmitas como rascacielos de letras y siglos, de los más variados autores. Los muebles estaban rebosantes, más y más libros en cada ángulo.

Pensó en lo afortunado que era aquel anciano personaje, de barba blanca y mirada oblicua que dejaba pasar a través de los cristales de sus gafas cuadradas, por tener semejantes torres en tapa dura y deseo mirar los títulos que atesoraban el enigmático inmueble.

Pero la noche se abría nuevamente, y llego la luz. No supo cuando ni como se encontró de nuevo en la calle. Había parado de llover, y se dirigió a su casa.

A los pocos meses salió en busca de aquella casa, pero no la pudo encontrar, un cartel en una esquina le hizo leer el rótulo “Apertura de biblioteca”.
Fue a los 2 años que pudo entrar. Un busto en la entrada le recordó al amable señor que la acogió en su casa. Sintió un extraño escalofrió y se le nublaron los ojos de lágrimas, hacia tres meses que el catedrático de filosofía había muerto a los 103 años de edad.

Y como señales de tiempo, fue recorriendo cada palmo de escritura que la encontró aquella noche.

Siempre te estaré agradecida

lyria

sábado, 3 de abril de 2010

Sabía que nunca le decía la verdad


Que has hecho estos años?¿
pregunto inquisitivo con un guiño cómplice
-No echarte de menos,
le contestó divertida, mientras daba vueltas nerviosas a su colgante de media luna
Sabía que nunca le decía la verdad, le sonrió….
–Yo tampoco recuerdo no haberte olvidado, le dijo…
Y subieron al tren, porque un tren como aquel no podía perderse.
lyria

martes, 30 de marzo de 2010

Entrevista a un Tuareg

Tú tienes el reloj, yo tengo el tiempo


No sé mi edad. Nací en el desierto del Sahara, ¡sin papeles!
Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali.
He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre.

Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo.


- ¡Qué turbante tan hermoso!

- Es una fina tela de algodón. Permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.

- Es de un azul bellísimo.

- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados.

- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?
- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.
- ¿Por qué?
- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.
- ¿Quiénes son los tuareg?
- Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.
- ¿Cuántos son?
- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!", denunciaba una vez un sabio. Yo lucho por preservar este pueblo.
- ¿A qué se dedican?
- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio.
- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?
- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.
- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?
- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba. Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre. Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!
- ¿Sí? No parece muy estimulante.
- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas. Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.
- Saber eso es valioso, sin duda.
- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!
- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?
- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!
- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?
- Vi correr a la gente por el aeropuerto. ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro.
- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja.
- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer? me pregunté. Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida. Vi correr el agua y sentí ganas de llorar.
- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?
- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...
- ¿Tanto como eso?
- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.
- ¿Qué pasó con su familia?- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa... Entendí: mi madre estaba ayudándome.
- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?
- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...
- Y lo logró.- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.
- ¡Un tuareg en la universidad!
- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas; allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra. Aquí, por la noche, miráis la tele.
- Sí. ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?
- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa. En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!
- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.
- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...
- Fascinante, desde luego.
- Es un momento mágico. Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor. La calma nos invade a todos, los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor.
- ¡Qué paz!

- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.
Entrevista realizada por Victor-M. Amela a Moussa Ag Assarid.
Desde Internet
lyria

lunes, 15 de marzo de 2010

PaRa NunCa JaMáS


Se despertó con un frío intenso, de esos que se te cuela por cada escondite que no tiene nombre. Helada hasta el cerebro, busco a tientas por la cama, pero no estaba. Una noche más, las sabanas quedaban con la escarcha de ninguna caricia.


Se metió en la ducha, hasta que la piel le dolía por el de agua ardiendo, se seco con fuerza, como intentando rasgar la piel de anteriores caricias, de los besos que todavía podía sentir, coagulados en su boca, estallantes, posesivos, carnosos, lujuriosos. Ahora le dolían, ahora tenían un extraño sabor de cansancio y asco.

Pasaron noches, pesadillas que se iba sucediendo como episodios de torpeza, hasta cuando iba a esconder que ya no le quería a su lado?

Fue a los pocos días que coincidió con ella en el ascensor. La del cuarto, le sonreía a modo de saludo, de sobra sabían las dos lo que estaba ocurriendo, y no le salieron las ganas de callar más tiempo.

Le salio espontáneo,
- Me mudo, le dijo, quizás no nos volvamos a ver, -sonrió, -su vecina la miro asombrada, por fin se sentía liberada!!
- ahh!, dijo por respuesta, no sabia que os ibais.


La encontró desconcertada.
-No no, si me voy sola,- le dijo sin dejar de sonreír,- he dejado a mi novio, porque chica últimamente huele a perfume difuso, para mi que esta viéndose con alguna zorra, que con todos mis respetos por tan antiguo oficio, no diré puta, pero que si quiere estar con una furcia, de ahora en adelante se la va a follar sin remordimientos que como sabrás, no hay nada mejor que desatarse lo antes posible de un cabrón.

No hubo ocasión de nada más, pero cuando llegó a casa ya llevaba horas sabiendo que le dejaría para siempre.

Aquella tarde preparo la maleta, y le entrego las llaves,
-Toma Diego, le dijo entregándoselas - no voy a regresar jamás,
Se le quedo mirando con la cara de víctima que ya conocía
-Sabes que no hay motivo, y que me dejas destrozado, estas noches tenia mucho trabajo esta maldita crisis está acabando con la empresa, no volverá a ocurrir.

No pudo sentir en él la más mínima sinceridad ni en sus palabras ni en su rostro , en las que nunca asomaba la frescura de una sonrisa noble.


No entraba en sus planes perpetuar por más tiempo aquella situación.

-Y ésta diego, es la llave de la del cuarto, que estratégicamente guardabas entre tus llaves de oficina, supongo que no querrás que subamos a comprobarlo, la encontré hace dos semanas, pero tranquilo, ella no sospechará nunca que yo lo sabía.

Al salir imagino la escena y el aire fresco le devolvió una sonrisa.
lyria

sábado, 6 de febrero de 2010

Vuelame una nota en Si bemol

Pues bueno sí, me merezco que me digáis de todo!! por estar tanto tiempo sin escribir en el blog, pero tengo la excusa perfecta, aparte de la experiencia perfecta, porque… que a finales de Septiembre me llamasen para hacer una sustitución de interina, pues oye miraa..que no está nada mal, además en un sitio precioso, jajjaaa de esos de mar, con castillo y todo, que eso ya le da cierta categoría, y allí mismo que lo tenia, sino le hice mil fotos… je je, eso ya va a ser que exagero un poco.
El apartamento era coqueto, para que voy a decir que no, cuando vinieron mis sobrinas alucinaban del pedazo de balcón, claro que yo les decía que tenia un balconcito, jajjja con la playa a 30 metros,
Joerr..enserio, solo tenía que cruzar la carretera..pero tenia ese mar un misterio…, porque en noches de tormenta, ya no quedaba ni arena, era todo olas intentando saltar el muro que le separaba de la carretera. Bueno, cómo recuerdo las mañanas hacia el trabajo.., que salía a las 9 menos cinco porque lo tenia al ladito, bueno diez minutos si me apuráis, y que madrugadores que son los extranjeros, además de simpáticos, y un poco frikis, jajjaaa por dios!! Que es cierto lo de los calcetines, jajjaa que a mi ya me parecía exagerado, pero, nada…que ahii siguen ellos para distinguirse bien, eaa, que no se diga. Debo reconocer que su educación es intachable y que me caen genial, lo mismo es que ya me habitué a escribir los apellidos de sus nietas en idiomas que mejor no pronunciarlo que es que tengo yo un arte para los idiomas que hay que ver!! jajjaa.

Como decía, entrañable. Ya me iba acostumbrando a esos rostros a veces pálidos y a esos rostros morenos, y la facilidad de idiomas, que además de hablar perfectamente el idioma del abuelo, jajjaa hablaban valenciano y castellano mejor que yo, . Las tardes, cuando no llovía, me iba a nadar un rato, aunque pocas tardes, no fuera a coger un empacho de tanta maravilla, porque eso si, hemos tenido un otoño puñetero donde los haya, que si un día llovía, el otro hacia aire y el siguiente diluviaba.

Como no podía ser de otro modo, a veces me venia a casa, y creerme, que eso era una hazaña, jajjaa que me merezco una medalla por cuenta y riesgo de ser así de temeraria, que lo sé…

Tuve que ir a cambiar ruedas, arreglar una puerta, el cable del acelerador, la puerta del portamaletas, empapada de agua y se me caen las llaves del coche en una alcantarilla, que mira que es difícil acertar por esas ranuras, pues la vi colarse..ainss!!! que si no llega a ser por una vecina que me dejo una red con mango para sacarlas todavía estoy allí… llorando o riendo, jajjjaa.

Bueno si hasta me quede sin gasolina, vamos a reserva apuradísima en mitad de la autopista. No soy muy creyente, pero, joder, que me aclamaba a todos los santos para no quedarme parada donde no había ni arcén, que no acababan las obras de la carretera para llegar a algún pueblo a repostar, mecachis..que el poso de gasolina ya me debía de quedar como recuerdo póstumo, y lloviendo.. ya no a mares sino a océanos completos. Sí, en cuánto vi la desviación me meti, y el pueblo a 100 metros, donde le eché los 20 euros para llegar a casa.

Cómo no podía ser de otro modo la parte más glamorosa, más noctámbula, y más marchosa, llego cuando se vinieron a casa unas colegas a pasar el finde, jajjjaaa pubs estilo Irlandes, estilo Zen,
estilo Hindú, salas de Jazz, de Rock,
vamos una ciudad cosmopolita donde las haya, sin hablar de la gastronomía, especial, maravillosa ..porque no es por nada, pero no me negareis el buen gusto que tenemos los mediterráneos para cocinar, jajjaa.
Y hay que ver los compañeros/as tan maravillosos que he tenido durante algo más de tres meses.
Y ya está.., otro día más.

lyria